La Estrategia Iberoamericana de Turismo Rural es un espacio de encuentro para contribuir al desarrollo de las comunidades rurales desde una nueva perspectiva relacionada con las grandes tendencias, las nuevas demandas del viajero, basadas en los principios de calidad, sostenibilidad, y diferenciación de la oferta (uso sostenible de los recursos del entorno, protección del patrimonio natural y sociocultural, las ventajas competitivas y la vida saludable).

Queremos apoyar al desarrollo del Turismo Rural Integral desde diversos frentes para contribuir a incrementar el valor ecológico, socio-cultural, y económico que aporta a las comunidades: desarrollo de nuevos modelos de gestión y administración, recualificación de los profesionales del sector, promoción y comercialización de los destinos y la oferta turística.

La Estrategia Iberoamericana de Turismo Rural sigue los principios de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la ONU. Este rubro permite el desarrollo integral de las capacidades humanas en pleno respeto y armonía con el medio ambiente, garantizando una calidad de vida más justa e igualitaria y un desarrollo rural sustentable.

El Turismo Rural en Iberoamérica permite ofrecer al viajero numerosos testimonios del valor patrimonial, sustentados en el proceso de conformación histórica de cada país. Gran parte de las actividades que los turistas pueden realizar en los establecimientos se vinculan con la histórica interacción entre el hombre y la naturaleza, lo que genera grandes ventajas en las regiones, no solo en el incremento de los ingresos de los proyectos de Turismo Rural y de quienes lo administren, sino que permite el encadenamiento de otros emprendedores locales vinculados a la diversidad cultural, gastronómica, pecuaria, agrícola, histórica y otros relacionados.

De igual manera, otros agentes y actores se benefician de este sector, como los prestadores de servicios, los guías locales, las cooperativas de transporte, los artesanos, folcloristas y más. Así se amplía el acceso al empleo y aumentan los ingresos que se distribuyen entre más personas dentro de la ruralidad.

Las iniciativas de Turismo Rural fomentan el arraigo rural, el valor de los auténtico y natural, la creación de oportunidades para el desarrollo local a través de la generación de empleo, sobre todo a jóvenes y mujeres, y el surgimiento de proyectos locales de conservación y de estudios en general como la biología, la historia, la antropología, demografía, geografía, entre otras disciplinas.

Las diversas experiencias del Turismo Rural determinan que se trata de una actividad que permite a los jóvenes proyectarse como emprendedores, a través de sus talentos, creatividad, innovación y nuevas competencias y, de la misma forma, es de los pocos sectores donde el papel de la mujer rural es considerado fundamental y clave en la conservación, protección y fomento de la actividad. Por tanto, es destacable el efecto multiplicador del Turismo Rural hacia diversos sectores de las economías de los países iberoamericanos donde se encuentran.

En el ámbito extremeño, la Junta de Extremadura ha diseñado un marco regional de impulso a la Economía Verde y Circular, la conocida como Estrategia Extremadura 2030. El objetivo prioritario es lograr un nuevo modelo de desarrollo regional basado en la Economía Circular y Sostenible donde se pongan en valor los recursos naturales de cada uno de los pueblos y ciudades de Extremadura. La Estrategia ha sido consensuada entre los agentes sociales extremeños y los partidos políticos presentes en la Asamblea de Extremadura.

Con el propósito de vertebrar esta Estrategia se han priorizado una serie de sectores y actividades clave de la Economía Verde, entre ellos el Turismo Rural. Las condiciones de la región, de riqueza natural y cultural, con una importante biodiversidad medioambiental sujeta a numerosas figuras de protección, justifican las conexiones con la Estrategia Iberoamericana de Turismo Rural.